Miguel Ángel Martínez

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Bogotá, Cundinamarca, Colombia

jueves, 1 de agosto de 2013

Festival Rock al Parque  Domingo 30 de Jun 2013 / Tarima Eco 


Ya había hecho de las suyas, salto la “barda” y en medio de su “locura” intento mezclarse con los fotógrafos y la gente de VIP, sin embargo en el acto fue alcanzado por el personal de logística, quien a punta de estrujo lo devolvió a la zona general. El punk crudo en vivo seguía su camino de la mano de una de las leyendas más amadas de la escena colombiana, mientras el “forajido” seguía balanceándose entre el límite de hierro que separa el castigo del goce; en medio del reto y de las risas temerosas de muchos, apareció la sensatez de cabeza rapada con rizos morados, para abrazar con el abrigo de la felicidad todo trastorno. En un país violento como el nuestro e inmerso en insania, un acto como este puede ser juzgado con la pena máxima, más si viene de las melodías del rock. Al acecho viven muchos para clavar la daga del justiciero y con la sangre de otros construir la fama y el ego propio que luego le den inmunidad para atropellar a quien desee, con derecho al estrado en estado convenido, pero justamente donde menos pega el sol, surge la luz violeta en pleno resplandor para que el episodio sea el más pacifista. Mano a mano, bañados en miedo por las consecuencias, se resuelve un conflicto bajo el lenguaje de calzar los mismos zapatos roídos pero ofreciendo respeto, ese mismo que el ardor y el orgullo en pleno, en la mayoría de casos ciega.

miércoles, 10 de abril de 2013


Ozzy Osbourne - Parque Simón Bolívar - Abril/16/2011-


Se sentó sobre la tarima como un niño retador que espera la reacción luego de la pilatuna, si hay alguien en el rock a quien preguntarle el abc de las travesuras sin importar su forma, es a Ozzy, ‘el príncipe’ en verdad es el rey en esto. Marcada la risa sobre los rostros del público colombiano continuaba el acto de uno de los padres del rock refundido por lustros para esta tierra indiferente que reconoce su figura en tan miserable Reality. El diario de este 'loco' contiene centenares de hojas demenciales, expediente que atinaba a ser corto pero dentro de la paradoja terrenal, la muerte (de visita en varias ocasiones) por fortuna apenas lo rozó, ni los gatos entienden cómo, es más, lo envidian. En medio del conflicto familiar desde su gélida tierra -Birmingham-  canalizó aquella energía insana en la garganta, motivado por las notas de los Beatles; sesudo, alineó aquel don vocal en Black Sabbath la banda más pesada que el universo jamás haya palpado. Fue así como Colombia entró en la historia de: dedos izados,  símbolo de paz, baño de agua, correría,  de un 'te amo Bogotá... entre la locura y cordura de un icono genuino tal vez quedamos más perturbados nosotros. 

jueves, 14 de marzo de 2013











Quedó atrapado en la imagen con varios colores que representan el límite, especialmente el de tono rojizo, conductor de su  crudeza vocal para arder en tarima. Randy Blythe parece entregarse aún cuando el velocímetro pretenda acorralar, desde el subterráneo se  absorbe y expulsa con toda supremacía, aquella furia tocada por la lengua incoherente de los poderes abusivos que oprimen al mundo, desde el cordero de dios y sus catedrales, hasta los palacios absortos de corbatas sucias. Aparenta violencia en su proceder, naturelaza humana, sin embargo, miles de ojos contempladores colombianos atestiguaron en 2010 dos horas después, que el metal, si es  férreo, pero no alcanza a herir,  en cambio sana, libera. Randy asumió con la misma entereza con la que entra a escena y lleva  ese tren musical al margen, un momento de su vida que casi lo encierra tras los muros de la infamia, redimido, ahora suelta las amarras en busca  tal vez de una canción, en donde pueda emancipar la transgredida justicia.