
Si es el número 1 en su estilo, lo pregonan los colegas de su generación, ellos tomaron de él trazas para inspirar ahora sus bandas de rock. Aquel motor, también tuvo chance para incluir en 2009, esa maquinaria de potencia en nuestras cabezas. Tantos decibeles como pudo insertó, taladrar nuestros oídos castos su bandera, no en vano aún permanece el zumbido. Lemmy es tan grande como su bajo, consecuente camina desde 1945, de la mano de ese aceitado artefacto llevado al límite, con una forma particular de sonar, de vivir, auténticamente.
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